sábado, 6 de febrero de 2010

La guia de los perplejos.

Guía de Perplejos es una obra filosófica por una de las autoridades judías más importantes, el Rabino Moshe Ben Maimon, mejor conocido como Maimónides o por la abreviatura hebrea RaMBaM (por lo general escrita "Rambam") y considerada su Magnum opus.

En Guía de perplejos encontramos todo su pensamiento filosófico y a continuación se expone un esquema de las ideas, que además muy probablemente influenciaron a Alfonso de la Torre en la Visión deleitable:

Maimónides distingue tres grupos de seres creados:


los minerales, las plantas y los seres vivos (incluyendo al hombre), compuestos de materia y forma perecederas.

Las esferas y las estrellas, en las cuales la forma es permanente.

Los seres dotados de forma, pero sin materia, como son los ángeles.

Admite la creación como un acto conforme a la esencia divina, el cual abarca todos los seres, no tiene otro fin que a sí mismo y por lo tanto su duración es ilimitada.

Prueba la existencia de Dios a partir de argumentos aristotélicos, y afirma su unidad e incorporeidad.

El alma es una en esencia, pero tiene cinco facultades: la fuerza vital, los sentidos, la imaginación, el apetito (pasiones y voluntad) y la razón (libertad y entendimiento).

El entendimiento es la facultad que caracteriza al hombre, pero las demás le son comunes con la mayor parte de los animales. Éste puede ser pasivo (entendimiento material que sufre la acción de la vida orgánica, es inseparable del cuerpo e individual) o activo (adquirido o comunicado, separado del cuerpo).
 
Habla del estado profético, constituido por una iluminación superior a lo que cada uno puede aspirar que produce el máximum de ciencia y dicha, entendiendo la profecía como una emanación de Dios que se extiende por medio del intelecto a la facultad racional y después sobre la facultad imaginativa.


El hombre es libre y la libertad es una función de la inteligencia, y este intelecto, como forma del alma humana, es inmortal porque no necesita del alma para sus operaciones, sino que entiende separado absolutamente del cuerpo.

La resurrección de los cuerpos se debe a la fe pero la razón no la puede demostrar aunque tampoco negar y la admite como un milagro compatible con la creación. El entendimiento constituye el verdadero fondo de nuestro ser, la parte inmortal del hombre y por eso el hombre debe encaminar todos sus actos a obtener la perfección suprema de esta facultad mediante el conocimiento de Dios; conocer y amar a Dios es el fin último de la vida. El hombre es libre y esta libertad, actuando como tal, puede por sus solas fuerzas realizar el bien desinteresadamente. En definitiva, Maimónides es para la tradición judía lo que Santo Tomás para la cristiana, que adaptó los cánones aristotélicos a las corrientes escolásticas.

domingo, 31 de enero de 2010

¿Que es la Shema Israel?

Shemá Israel (Del hebreo, שְׁמַע יִשְׂרָאֵל, "Oye, oh Israel"), son las primeras palabras y el nombre de una de las principales plegarias de la religión judía en la que se manifiesta su credo en un sólo Dios.

Shemá Israel consistía originalmente en un único verso que aparece en el quinto y último libro de la Torá, el Libro de Deuteronomio, Deuteronomio 6:4 que dice: "Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor es Uno" (שְׁמַע יִשְׂרָאֵל, ה' אֱלֹהֵינוּ, ה' אֶחָד; Shemá Yisrael, Adonai Eloeinu, Adonai Ejad;), considerado[1] la expresión fundamental de la creencia judía monoteísta.

Sin embargo, la plegaria litúrgica consiste en 3 fragmentos extraídos de los libros del Deutoronomio (Deut. vi. 4-9, xi. 13-21) y de los Números (Num. xv. 37-41), considerados una reminiscencia del éxodo de Egipto. Los creyentes la recitan dos veces por día, en las oraciones de la madrugada y del atardecer. Asimismo, Shemá Israel tambien es el último rezo en boca de un judío antes de morir.

Originalmente, la Shema consistía sólo de un verso: Deuteronomio 6:4 (ver Talmud Berachot Sukkot 42 bis y 13 ter). La recitación del Shema en la liturgia, no obstante, consiste en tres porciones: Deuteronomio 6:4-9, 11:13-21, y Números 15:37-41. Estas tres partes se refieren a cuestiones centrales de la creencia judía.

Además, el Talmud señala que sutiles referencias a los Diez Mandamientos se pueden encontrar en las tres porciones. Como los Diez Mandamientos fueron retirados de la oración cotidiana, en el Mishnaic período, la Shema es visto como una oportunidad para conmemorar los diez mandamientos.

El texto hebreo de los dos primeros párrafos de la Shema, como se escriben en un mezuzah:

Shema Yisrael, Adonai Elojenu, Adonai Ejad


Voz Baja : (Baruj Shem Kevod, Maljuto leolam Vaed).

Durante el tiempo, los judíos han evitado colocar el nombre de Dios, tal como se lo reveló a Moisés en monte Sinaí (Éxodo 3:14), debiendo ser la letras hebreas הוה' Por ello evitan mencionar el nombre divino de Dios. La palabra Adonay se utiliza por respeto al nombre sagrado, por lo cual no se debe tomar literal la traducción.

¿Que es la Mishna?

La Mishná (del hebreo מִשְׁנָה, "estudio, repetición"), es un cuerpo exegético de leyes judías compiladas, que recoge y consolida la tradición oral judía desarrollada durante siglos desde los tiempos de la Torá o ley escrita, y hasta su codificación a manos de Rabí Yehudá Hanasí, hacia finales del siglo II.

El corpus iuris llamado Mishná, es la base de la ley judía oral o rabínica, que conjuntamente con la Torá o ley escrita, conforman la halajá. A su vez, la Mishná fue ampliada y comentada durante tres siglos por los sabios de Babilonia —la Guemará—, en tanto la Mishná original y su exégesis o Guemará, recibieron conjuntamente el nombre de Talmud.

La Mishná está redactada a manera de versículos cortos en hebreo, llamados mishnayot (מִשְׁנָיוֹת; singular mishnayá, diminutivo de Mishná), que clasifican, resumen y consolidan las numerosas leyes orales desarrolladas y comentadas por los sabios de la época, los tanaím (del arameo תַּנָּאִים; singular taná, con el mismo significado que Mishná). Las mishnayot se agrupan en 527 capítulos (פְּרָקִים, perakim; singular pérek), y éstos, en secciones o masejtot (מַסֶּכְתּוֹת; singular maséjet). Todos ellos, conforman los seis libros en los que la Mishná se divide —cada uno de ellos llamado Séder (סֵדֶר, "orden")— y que comprenden prácticamente todos los ámbitos de la halajá judía:

Zeraim (זְרָעִים, "semillas"): preceptos relacionados con el trabajo de la tierra.


Mo'ed (מוֹעֵד, "festividades"): leyes sobre festividades, shabat y ayunos.

Nashim (נָשִׁים, "mujeres"): preceptos referentes a la vida matrimonial.

Nezikín (נְזִיקִין, "daños y perjuicios"): compila la halajá referente al derecho civil y comercial.

Kodashim (קֳדָשִׁים, "santidades"): leyes religiosas sobre el Templo de Jerusalén

Teharot (טְהָרוֹת, "purificación"): preceptos referentes a la purificación ritual del cuerpo (Nidá).
 
Ambos Talmud, el jerosolimitano y el babilonio, están igualmente ordenados siguiendo el orden de los seis susodichos libros, en tanto los sabios talmúdicos, los amoraim (אָמוֹרָאִים, "comentaristas") precisamente comentaban y discutían en arameo cada versículo o mishnayá, hasta llegar a un acuerdo acerca de la ley correspondiente. Los comentarios no incluidos en la Mishná, son llamados braitot (בְּרַיתוֹת; singular braita; arameo, "externo"); muchas de ellas fueron también comentadas y ampliadas en el talmud.

¿Que es una Yeshiva?

Una Yeshivá (en hebreo: ישיבה, yeshivot en plural) es un centro de estudios de la Torá y del Talmud generalmente dirigida a varones en el judaísmo ortodoxo.

Cada yeshivá está dirigida generalmente por un Rav, llamado "Rosh Yeshivá" (literalmente "cabeza de yeshivá"). En algunas puede haber más de un Rosh Yeshivá. A los instructores se les denomina Rebeim (en yidish) o bien Ramim (en hebreo). En la facultad de la mayoría de las yeshivot existe un mashguiaj rujaní o consejero espiritual quien ayuda a los alumnos con problemas personales y un Meshiv dedicado a responder preguntas académicas.

En la era de la destrucción del Segundo Templo (primer siglo de la era común) ya existían yeshivot en Palestina entre ellas las academias de Usha, Tiberíades y Yavne. En esta época surgió Babilonia como un importante centro de yeshivot incluyendo las yeshivot de Nehardea, Sura y Pumbadita. De estas dos ramas de seminarios surgen las dos ediciones del Talmud, el Talmud de Jerusalén y el de Babilonia. Más tarde surgirían yeshivot en el norte de África.

En la Edad Media el auge del estudio del Talmud se centra en Francia y España con muchos seminarios. A partir de la inquisición aparecen yeshivot en Europa Oriental. La considerada primera yeshiva moderna fue Yeshivá de Volozhin, Belarus (Etz Jaim) en el siglo XVIII. Para principios del siglo XX, entre las principales yeshivot estaban las academias Lituanas de Slabodoka, Telz, Kelm y Ponovich, así como las academias Belarusas de Mir, Brisk y Baranovich y la yeshiva Jajmei Lublin en Polonia.

Después del Holocausto muchas de yeshivot se trasladaron a Israel, además de las que se fundaron posteriormente. Muchas otras se trasladaron y fundaron en los Estados Unidos o bien países de Europa Occidental. También existen yeshivot en varios países latinoamericanos: México, Venezuela, Argentina y Brasil como Jafetz Jaim en Buenos Aires y Ateret Yosef en la Ciudad de México. Existen asimismo yeshivot para hispanohablantes en Israel, incluyendo Binyan Olam,Aish HaTora, Binyan Ab y Hadarat Melej.

Hoy día la más grande yeshiva del mundo es Beth Medrash Govoha en Lakewood, Nueva Jersey, EUA. Muchas de la yeshivot europeas se trasladaron a otras partes del mundo: la yeshiva de Telz a Cleveland y Chicago, EUA; la yeshiva de Mir a Brooklyn, EE.UU. y Jerusalén; la yeshiva de Slabodka (en Hebron y luego en Jerusalén) y la yeshiva de Ponevich en Bnei Brak que es una de las más renombradas. En Europa sobresalen las yeshivot de Gateshead y Manchester en Inglaterra. En Israel, muchas yeshivot ligadas al sionismo religioso combinan tambien al mismo tiempo los estudios talmúdicos con el servicio militar. A éstas instituciones se les conoce con el nombre de yeshivot hesder.

Algunas academias femeninas equivalentes a las yeshivot, con un curriculum y nivel similar a las que se les denomina Midrashot (plural de Midrashá). Estas se han vuelto cada vez más aceptadas, principal aunque no exclusivamente, en los campos ortodoxo moderno y sionista religioso. Entre las más famosas están Midreshet Lindenbaum, Midreshet HaRova y Mijlala Yerushalayim en Jerusalén y Mijlelet Orot en Elkana, Israel. El movimiento conservador también ha iniciado una yeshiva en Jerusalén donde pueden estudiar juntos tanto hombres como mujeres.

Comúnmente los estudios se centran en el Talmud y sus comentarios. También se estudia el Musar ó filosofía/ética judía y halajá o ley judía. En algunas yeshivot se estudian libros bíblicos del "Tanaj". Asimismo muchas yeshivot avanzadas estudian la halajá como enfoque central. En algunas yeshivot jasídicas se estudia la cábala y el Jasidismo.

La manera de estudio es independiente por parejas. Estas se complementan con clases impartidas por la facultad (shiurim) así como pláticas éticas/religiosas conocidas como sijot.

jueves, 28 de enero de 2010

Dios en el Talmud.

La sabiduría a la que sólo tienen acceso los ángeles o sabios iluminados es una sabiduría limitada. De la Torá se dice que es la sabiduría de Dios y como tal es ilimitada. Así como Dios está en todas partes y en todas las cosas y al mismo tiempo trasciende enteramente todas las cosas, del mismo modo Su sabiduría debe ser igualmente accesible tanto para un niño de cinco años como para un gran erudito —siempre y cuando haya una mente para recibirla. Historias de dos hermanos que pelean, reglas acerca de la división de un artículo cuya propiedad está en disputa —son temas simples que cualquiera puede relatar. Y, sin embargo, la forma en que son tratados en la Torá, ustedes pueden hallar una fuente de sabiduría infinita.

Cuando los sabios comparan a la Torá con el agua1, explica Rabí Schneur Zalman de Liadi, tenían esa cualidad en mente: Así como el agua desciende desde el lugar más alto al más bajo sin cambiar, del mismo modo la Torá desciende de su lugar en los reinos superiores para investirse en asuntos mundanos y materiales, así cada persona puede comprenderla —sin ningún cambio esencial en esa sabiduría.

Considerándolo cuidadosamente, usted notará que Rabí Schneur Zalman está cambiando los paradigmas. Como usted señaló, decidir qué debe hacerse con una vestimenta reclamada por dos litigantes no es la muestra máxima de la sabiduría infinita de Dios. Creer eso es análogo a decir "el profesor es inteligente, sabe como comprar un par de zapatos". El genio del profesor debe ser hallado en sus soluciones a ecuaciones diferenciales, su diálogo con sus iguales o su última tesis. Comprar zapatos es algo que puede dejar para otros. Y es mucho más así con Dios —puesto que Su sabiduría misma es infinita.

Para descubrir la sabiduría de Dios en el Talmud no debemos examinar sólo el contenido del problema y su solución, sino también el proceso. El contenido (cartas de divorcio, vacas y burros, las señales de kashrut en los animales, etc.) son simplemente la vestimenta exterior en la cual una sabiduría más profunda está investida. La verdadera sabiduría se encuentra una vez que extrapolamos la orientación intelectual más allá de esas discusiones —no las enseñanzas sino la forma de pensamiento. En efecto, en su estudio del Talmud usted habrá notado que el enfoque de la Torá y de nuestros sabios al resolver esos temas, a menudo parece peculiar y aun ilógico. Sin embargo con una reflexión más profunda, se hace obvio que una forma diferente de inteligencia está oculta bajo la superficie.

Quizás el profesor puede hacer lo mismo. Quizás puede decir cuando ir de compras para emplear sus habilidades en, digamos, la teoría del juego, para comprar zapatos. En efecto, nosotros a menudo hacemos esto cuando empleamos un método llamado la parábola. La parábola es una historia simple que contiene una profunda sabiduría. Tanto si se trata de las fábulas de Esopo como de Rebelión en la Granja de Orwell, el punto de la parábola no es el contenido —ni los hábitos alimenticios de los lobos o las costumbres sociales de los cerdos —sino una idea que el autor eligió vestir en esos "ropajes" para comunicar una idea mucho más profunda.

De la misma manera, todas las halajot (leyes) del Talmud, del mismo modo que las historias del Tanaj (Biblia), son parábolas de Dios. La diferencia es que las parábolas humanas son fantasías. Cuando Dios crea una parábola, realmente ocurre en nuestro mundo. Después de todo, todo nuestro mundo no es sino un escenario para esas parábolas. Así son las mitzvot que hacemos. Así como las historias del Tanaj son cristalizaciones de la sabiduría de Dios, del mismo modo nuestras mitzvot son decretos de esa sabiduría en el reino físico. En el lenguaje del Tania, cuando hacemos una mitzvá estamos envueltos en la mente y el deseo de Dios. Otro ejemplo: Una vez trabajé en el campo de los multi medios y di una clase para re instrumentar los medios convencionales para los "nuevos medios". ¿Cómo tomar una película y transformarla en un juego interactivo? No pueden. Retrocedan hasta la mente del autor y comiencen de nuevo. Ustedes dicen "el autor escribió esta historia para expresar su sentido de lo que es el mundo y como actúa. Si queremos expresar esas mismas ideas en un juego, ¿cómo lo haría él?"

En verdad ninguno de esos ejemplos es satisfactorio, porque ambos pueden ser leídos como si dijeran que hay un contenido más profundo detrás del contenido. Estamos hablando de una distinción cualitativa entre el contenido y el proceso. Sin embargo hay otra forma de decir esto:

Las matemáticas usualmente se enseñan siguiendo un libro de texto. Digamos que un verdadero matemático, uno que genera brillantes nuevas ideas y aplicaciones en la materia, enseña al curso. Debe proveer las mismas fórmulas y principios. Pero ustedes no estarían aprendiendo matemáticas. Ustedes estarían aprendiendo como pensar como un matemático.

Similarmente, la Torá no es sólo "que piensa Dios" sino también "cómo pensar igual que Dios". Dios puede elegir pensar acerca de lo que desee pensar. El asunto no es el tema sino su tratamiento. Es por eso que el estudio de la Torá, a diferencia de los estudios académicos típicos, tiene más de proceso que de contenido. Más de "cómo llegar" y menos de "dónde llegar". A través de los tiempos muchas grandes mentes conocieron esta "forma de pensamiento" y cada una lo expresó en sus propios términos. En tiempos más recientes, Rabí Jaim Soloveitchik de Brisk redujo a muchos de los debates talmúdicos a un paradigma de sujeto/objeto. Rabí Iosef Rosen de Rogatchov demostró que muchos de los debates entre los sabios talmúdicos Abaie y Rava eran debates acerca de la naturaleza del tiempo — ¿Es una serie de puntos o un fluido continuo? Rabí Iosef Kevin demostró que la escuela de Hillel y la escuela de Shamai están realmente llevando a cabo un sólo debate a lo largo de todo el Talmud: ¿Qué tiene precedencia, lo potencial o lo real?

Aun así, esas expresiones son la vestimenta exterior. La vestimenta interior, como dijimos, es algo ilimitado con infinitas formas de expresión, algo que nunca vamos a poder poner en una caja de cristal y decir "¡Esto es!" ¿Quién puede decir que la comprensión de los Rabíes Soloveitchik, Rosen o Kevin de Dios no es más grande que la de un niño pequeño? Como dijo uno de mis maestros "Si has estudiado una sección del Talmud hasta que todo está en su lugar, suave y limpiamente —lo más cierto es que lo has estudiado mal. ¿Cómo es posible que la mente del Creador pueda acomodarse dentro de la mente de lo creado?" Cada comprensión es perfecta e imperfecta al mismo tiempo.

Lo principal es estudiar Talmud con un maestro que pueda abrir sus profundidades para usted, que lo haga formular las preguntas correctas y mirar por debajo de la superficie de cada respuesta. Y en todo momento tener en mente que usted no está jugando otro juego intelectual. Usted está jugando un juego sin final llamado "Pensemos como Dios". En efecto, el Tania dice, en el momento de estudiar su mente no está conociendo la voluntad y sabiduría de Dios —su mente se hace una con la de Él.

Tav.

Impresión - El sello de la Creación.


El Zohar declara: "la tav deja una impresión en el Anciano de Días". "El Anciano de Días", se refiere al sublime placer, innato en la "corona" (Voluntad - Deseo) de la Emanación Divina. La letra tav (se refiere aquí al "Reino del Infinito, Bendito sea El"), deja su impronta o cuño en el "Anciano de Días". Esa impresión es el secreto de la fé simple en la omnipresencia absoluta de Dios, la presencia del Infinito en lo finito, porque "no hay nada que se asemeje a El" (la conclusión de la cita del Zohar).

Esta fe se transmite como herencia de generación en generación, de mundo en mundo; maljut ("reino") del mundo superior conectado con keter ("corona") del mundo inmediato inferior. La tav, la letra final del alef-bet, corresponde a maljut ("reino"), el último poder Divino, el secreto de "Tu Reino es el Reino de todos los mundos". La impronta de la tav es el secreto del poder que conecta los mundos - generaciones.

La primera huella de la verdadera fé es la que fue grabada en el alma de nuestro primer padre, Abraham, "el primero de todos los creyentes". Este es el secreto de la adquisición de Abraham de la Cueva de Majpelá, el cementerio judío original, por cuatrocientos (el valor numérico de la tav) shekel, el secreto de nuestra herencia eterna de "cuatrocientos mundos de placer", rubricados con el sello de la fe simple. Las rúbrica de Dios (en la Creación) es la verdad (en hebreo emet, palabra formada con las letras finales de las tres últimas palabras del relato de la Creación: bara elokim la'asot", "...Dios creó para 'hacer'"). La última letra o rúbrica de la palabra misma emet (en hebreo "verdad"), o sea la rúbrica de la rúbrica de Dios, es la misma letra tav, la fe simple, que es la conclusión y culminación de las veintidós fuerzas - letras - que actúan en la Creación.

Las tres letras que componen la palabra emet, son el principio, la mitad y el final de las letras del alef-bet. La alef corresponde a la limitada percepción que tenemos de la paradoja Divina de la fuente infinita (donde las aguas superiores e inferiores, alegría y amargura, son absolutamente uno). De este conocimiento emana la mem, la fuente de la sabiduría Divina, el poder que aumenta eternamente en la penetración de los misterios de la Torá. "El fin último del conocimiento es el no saber", saber que no se sabe nada. La culminación del fluir de la sabiduría Divina en el alma (después de todo lo que se dijo y hizo) es la "majestuosa" revelación del infinito "tesoro-hogar" de la fe simple en la absoluta omnipresencia de Dios aquí abajo, que es innata en el alma de Israel. La culminación de la verdadera fe simple es el secreto de la "tav".

"Todo sigue a la rúbrica", es el secreto de la "luz que retorna" desde la tav hacia la alef, formando la palabra ta (tav alef), "celda". Alrededor del Santuario interior del Templo, se construyeron muchas "celdas" o "pequeñas cámaras"; estaban construidas sin ventanas, por lo que eran completamente oscuras en su interior. El jasidismo enseña que estas celdas revelan el nivel de "El puso Su lugar oculto en la oscuridad", la percepción de la fé simple llegando a la absolutamente "oscura" Esencia de Dios.

Por eso hemos explicado: "Torá es la impresión [la tav] de la Divinidad; Israel es la impresión [la tav] de la Torá". La Divinidad es percibida en principio a través de la meditación profunda en completo silencio (sumisión), el secreto del jash ("silencio") del jashmal. Entonces, a través de pasar una etapa intermedia de "circuncisión", viene una primera expresión del mal, (en hebreo "circuncisión"). Torá es el secreto de la separación entre maldad y bondad (circuncisión), cortar el prepucio (maldad).

Israel, la manifestación definitiva de la Palabra de Dios en la Torá ("Israel" es la sigla de la frase en hebreo "Hay seiscientas mil letras en la Torá"), corresponde al nivel final de "hablar", el "segundo" mal de jashmalmal. El hablar, la comunicación de la unicidad de Dios entre las almas, es el nivel definitivo del servicio Divino, "endulzando" la realidad toda como enseñó el Baal Shem Tov. La tav, que es la fé simple, es vista aquí como el poder de acuñar y vincular, ligando los aparentemente paradógicos extremos de servicio Divino: el absoluto silencio de la meditación con la amorosa comunicación entre las almas.

Shin.

La Llama Eterna.


La letra shin aparece en relieve en ambos lados del tefilín de la cabeza. En el lado derecho la shin aparece con tres cabezas, mientras que en el izquierdo lo hace con cuatro. En cabalá estudiamos que la shin de tres cabezas es la de este mundo, y la de cuatro es la del Mundo por Venir.

El secreto de la shin es "la llama [Revelación Divina] unida al carbón [Esencia Divina]". El carbón posee una llama invisible en su interior, que emerge y asciende desde su superficie cuando es encendido. Los tres niveles: carbón, llama interna y llama externa, corresponden al secreto de jash-mal-mal, como se explicará en la próxima letra, la tav.

Uno de los significados de la palabra shin en hebreo es shinui, "cambio". El carbón simboliza la esencia de lo cambiante, el secreto del versículo: "Yo soy Dios, Yo no he cambiado", denotando que en cuanto a la Esencia de Dios, no ocurrió ningún cambio en absoluto desde antes de la Creación hasta después de la Creación. La llama interna es la paradójica presencia latente del poder de cambio, dentro de lo inmutable. La llama exterior de la shin, está en un estado de movimiento y cambio continuos.

De acuerdo con el versículo antes citado, la esencia de lo inalterable es el secreto del Nombre Havaiá. El poder de cambio (como está presente de manera latente dentro de la Esencia de Dios antes de la Creación, y posteriormente revelado en lo infinitamente intrincado y bello de una llama en eterna danza), es el secreto del Nombre explícito de la Creación, Elokim, el único Nombre de Dios que aparece en plural. El valor numérico de la letra shin, 300, une estos dos Nombres Divinos como "la llama se une al carbón". En at'bash, el Nombre Havaiá se transforma en las letras mem-tzadik-pei-tzadik, cuyo total es 300. Las cinco letras de Elokim (alef-lamed-hei-iud-mem), cuando se escriben completas también dan un total de 300.

Las tres cabezas de la shin de este mundo se corresponden con tres niveles: lo inmutable, lo potencial y lo cambiante como se discutió arriba. En este mundo, lo inmutable es simbolizado sólo por el negro y oscuro carbón, no por la luz revelada de la llama, sin embargo, la permanencia de la llama depende de la esencia inalterable del carbón. En el Mundo por Venir, esta esencia inalterable se revelará también dentro de la llama. Esta revelación del futuro es el secreto de las cuatro cabezas de la letra shin.

En la llama de la vela se observan tres niveles de luz: "la luz oscura" alrededor de la mecha, la llama blanca que la abarca, y un aura amorfa alrededor de la llama blanca misma. Cada uno de estos tres niveles de luz revelada, manifiestan una dimensión contenida dentro de la llama invisible presente en el carbón. En general, la llama simboliza amor, como está dicho: "tan poderoso como la muerte es el amor... la llama de Dios". La luz oscura, corresponde al amor de Israel, almas investidas en cuerpos físicos. La luz blanca es el amor de la Torá. El aura corresponde al amor de Dios. Estas son las tres manifestaciones elementales de amor que enseñó el Baal Shem Tov. La cuarta cabeza de la shin del futuro - la revelación de la esencia del carbón mismo - corresponde al amor de la Tierra de Israel y, como enseñan nuestros sabios: "la Tierra de Israel se extenderá en el futuro para incorporar a todas las tierras del mundo".






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