jueves, 28 de enero de 2010

Lamed.

Aspiración: Contemplación del Corazón


En las "Letras de Rabi Akiva", la escritura completa de la letra lamed (lamed-mem-dalet) es la sigla de la frase: "un corazón que entiende el conocimiento" (lev mevin daat). El valor numérico de esta frase, (608), equivale a "corazón" (32) veces "Eva" (19), es decir, "el corazón de Eva".

En su comentario de la historia del Jardín del Edén, el primer episodio del género humano, Rabi Avraham Ibn Ezra declara que Adán es el secreto del cerebro; Eva, el secreto del corazón; la serpiente, el secreto del hígado. En la cabalá y el jasidismo, estas correspondencias fundamentales son desarroladas y explicadas en profundidad.

Adán y Eva, hombre y mujer, son los prototipos espiritual de las fuerzas de dar y recibir. La unión marital y el dar del hombre a la mujer, se relaciona con el secreto del conocimiento, como está dicho: "Y Adán conoció a su esposa Eva". Por esta razón, son vistos a menudo como que representan al maestro y el alumno. El maestro contrae su intelecto en un punto (iud), para poder transmitir sus enseñánzas a su estudiante, mientras que el discípulo nulifica sus niveles previos de concepción, para ser un recipiente adecuado para las nuevas y maravillosas enseñanzas de su maestro.

En particular, la forma de la lamed representa la aspiración del alumno devoto de aprender de la boca de su maestro. El significado literal de la letra lamed es "aprender" (o "enseñar"). La semilla de la sabiduría, insinuada por la letra iud, desciende desde el cerebro (Adán) para impregnar completamente la conciencia del corazón (Eva). El corazón aspira (ascendentemente) a recibir este punto de comprensión desde el cerebro. Este es el secreto de la forma de la letra lamed, el corazón asciende con la aspiración de concebir y comprender ("entender conocimiento") el punto de sabiduría, la iud situada en el cénit de la letra lamed.

Nuestros sabios se refieren a la lamed como "una torre elevándose en el aire". Trescientas leyes se relacionan con el secreto de esta "torre voladora". En nuestro estudio de Torá, la "torre voladora" es la expresión de nuestro amor y devoción por el estudio de la Torá, nuestra aspiración de concebir su verdad interior, estirándonos por sobre la "barrera de la gravedad" de las preocupaciones de la tierra. Cuentan que el Baal Shem Tov solía poner la palma de su mano en el corazón de un chico judío, y lo bendecía que sea un "judío cálido". La palma, el poder de realizar un potencial, se vuelve manifiesto - a un nivel espiritual interior - en el "deseo [corona, keter] del corazón" de concebir y unirse con el Deseo de Dios, las enseñanzas de la Torá. La lamed, el corazón, aspira a ascender y conectarse con la iud de la Comprensión Divina. Esto es reflejado en la forma de la letra lamed, una caf conectándose hacia arriba con una iud. Este es también el secreto de la secuencia espiritual insinuada en las letras de la palabra keli, "recipiente" o "instrumento" (caf-lamed-iud): el poder de realizar un potencial (la palma [caf] del Baal Shem Tov), que se manifiesta en la aspiración del corazón [lamed] elevándose para concebir el secreto de la sabiduría Divina [iud]. En la Torá, el corazón simboliza el concepto primario de recipiente, el secreto de Eva.

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